Nací en 1991 en Rafaela, Santa Fe.
A los 16 me fui a Holanda y estudié en Sint Lucas, una escuela centrada en la labor manual. Al volver, terminé la secundaria y me mudé a CABA, pero en 2011 empecé Bellas Artes en la UNR.
En 2016 fui seleccionada en Puente Colgante, un programa organizado por la Escuela de Bellas Artes y el Castagnino+MACRO, donde conocí diversos agentes que mantenían relación con el arte desde muy diferentes perspectivas. Al año siguiente fui becada por Espacio Santafesino para asistir a una clínica de obra en CABA.
En 2018 me mudé a Córdoba, trabajé en dos ediciones de Mercado de Arte Córdoba y con Aníbal Buede. Realicé las residencias de MANTA y Casa de Piedra.
Principalmente, mi trabajo parte de rastrear obras, anécdotas y artistas de distintas zonas y tiempos, con los que aleatoriamente hago cruces, genealogías y me invento historias; creo que mis piezas son como notas al pie de aquellas búsquedas. Me arrimo a la pintura litoraleña y su paleta de agrisados, quebrados y rosas pálidos. Me interesa que mi obra tenga cierto aire doméstico, calmo, silente.